Y ese momento de regreso. De regreso a casa. Ahí es cuando sientes que no
te equivocaste, que hiciste las cosas bien hechas. Que no te arrepientes.
Recobras sentimientos. Emociones. Los habías enterrado en lo más profundo de tu
corazón, pero han salido a flote. Se trata de una burbuja de libertad,
felicidad y plenitud. Sí, desde luego sigo confiando en mí. No me voy a
equivocar. Sin embargo, sé que es sólo eso, una burbuja. Una burbuja que cuando
llegue a la superficie, explotará. Y en ese preciso momento, no pasará a ser
otra cosa más que aire. Es decir, nada.
Marcos Pereira
Marcos Pereira
Sé siempre fiel a lo que eres.
ResponderEliminarla verdad es dura, casi siempre te hace salir perdiendo...
ResponderEliminarque realidad más triste.
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