"ERA UN HOMBRE PASIONAL, UN HOMBRE QUE AMABA IMPOSIBLES."

sábado, 31 de diciembre de 2011

Quieres flotar, pero lo único que haces es hundirte.

Para algunas personas, de forma inexplicable, el amor se apaga. Para otras, el amor sencillamente se va. Si bien es cierto, por supuesto, que el amor también puede encontrarse, aunque sea solo por una noche. Sin embargo, existe otra clase de amor, el más cruel, aquel que prácticamente mata a sus víctimas. Se llama amor no correspondido. La mayoría de historias de amor hablan de personas que se enamoran entre sí, pero, ¿qué pasa con los demás? ¿Quién cuenta nuestra historia? La de aquellos que nos enamoramos solos, somos víctimas de una aventura unilateral, somos los malditos de los seres queridos, los seres no queridos, los heridos que se valen por sí mismos, los discapacitados sin plaza de aparcamiento reservada. Sí, estáis viendo a una de estas personas.

 

 

 

domingo, 18 de diciembre de 2011

Y entonces, sin darte cuenta, lo ves.

Sabes que ha estado ahí todo este tiempo y seguirá estando. Lo que te toca ahora es sufrir esa estúpida impotencia que te dice que, en el fondo, eres consciente de que no puedes hacer nada al respecto más que aguantarte y esperar que pase.



Como un castillo de naipes.

Llevaba meses pensando cómo se lo diría, cómo hacer que todo fuese más fácil, planeando hasta el último detalle, imaginándome todas sus expresiones y lo que esas conllevan. Y de la manera más inesperada, inoportuna y absurda, lo descubrió de golpe echando asi a perder todo mi tiempo empleado en un instante que duraría menos de 4 segundos.



Silencio, miradas y un poco de descaro.

Si aún viendo abrirse la posibilidad, como dices que ocurre, todavía no estás del todo seguro, usa la otra regla de los tres segundos. Tiene un ciento por ciento de efectividad. Cuando estés sentado a su lado, deja que se produzca un silencio. Mírala a los ojos sin decir nada. Si te sostiene la mirada durante tres segundos, es que quiere que la beses. El momento de tensión que experimentarás es uno de mis momentos favoritos: tensión sexual.


 

sábado, 17 de diciembre de 2011

Antes solía pensar en ti.

A veces. Con frecuencia, más o menos. Bueno, bastante. Pero no mucho, sólo bastante. Mientras escuchaba esas canciones de Lott, de Johnson o incluso de Williams. Cada vez que comía chocolate negro, sí, de ese que dicen que es sólo para adultos. Y cada vez que veía una película de amor con final triste; esas, esas sí que son buenas. Y por las noches, sobre todo por las noches; en aquellas fiestas solitarias de las que te hablé. Sí. ¿Y Ahora? Mcflurries, ya sólo pienso en ellas y en Mcflurries. ¿Ellas? Ellas siempre están ahí, aunque tenga mala cara, aunque no me las tire.

Ahí, es justo ahí, cuando más las necesito.

Ahí, es justo ahí, cuando tú nunca estás.


 

Es imposible comprender el poder que tiene el amor.

Puede sostenernos en tiempos duros o motivarnos para hacer extraordinarios sacrificios, puede obligar a hombres decentes a cometer las fechorías más siniestras o empujar a mujeres corrientes a buscar verdades ocultas y, mucho después de que hayamos desaparecido, el amor permanece grabado a fuego en nuestra memoria. Sí, todos buscamos el amor; pero algunos, después de haberlo encontrado, hubieramos deseado no haberlo hecho.



viernes, 16 de diciembre de 2011

Te aseguro que quien de verdad nos quiere no nos abandona jamás.

Pocas personas te acompañarán durante toda tu vida, pero muchas conseguirán dejar huella a su paso. Cierto es que cambiamos a bien o mal, cuando tienes que mantenerte fiel a ti mismo. Que a cada paso, podrás encontrarte una piedra, y en cada camino una nueva montaña. También es verdad que nos empeñamos en recordar los malos momentos, en vez de disfrutar los buenos. A penas entendemos que el tiempo no espera, y que los sueños son lo que verdaderamente alimenta el alma, por más que intentemos no tenerlos. Y aún más cierto es que tengo los mejores amigos del mundo, puede que no me hayan hecho una fiesta sorpresa, ni que me hayan regalado un móvil, pero me han regalado cada una de sus mejores sonrisas, han empleado mucho de su tiempo a mi lado, me han abrazo sin haberlo pedido, han estado ahí cuando ni siquiera los he llamado, han sido siempre sinceros conmigo, y aunque ellos no pueden evitar que me tropiece, han pintado de los mejores colores el cielo y han dibujado corazones en cada tramo. Y eso, al fin y al cabo, es lo más importante de todo.



jueves, 15 de diciembre de 2011

Ella es complicidad, la que pone en jaque mi salud mental.

Si aún viendo abrirse la posibilidad, como dices que ocurre, todavía no estás del todo seguro, usa la otra regla de los tres segundos. Tiene un ciento por ciento de efectividad. Cuando estés sentado a su lado, deja que se produzca un silencio. Mírala a los ojos sin decir nada. Si te sostiene la mirada durante tres segundos, es que quiere que la beses. El momento de tensión que experimentarás es uno de mis momentos favoritos: tensión sexual.


 

—¿Qué tal estás? —le dije.

Es una de las frases que más uso. Es algo que podrías oír en cualquier momento, incluso haciendo la compra. En el noventa y cinco por ciento de los casos la gente responde con algún monosílabo evasivo: «Bien.» El tres por ciento de las personas transmiten entusiasmo en sus respuestas: «Muy bien» o «Fenomenal». Aléjate de esas personas; no están bien de la cabeza. Y el dos por ciento responde con honestidad: «Fatal». Esas son las personas por las que merece la pena luchar. A esas mujeres no hay mas remedio que adorarlas.

Ella respondió:

—Bien.

Su voz resultaba grave para un cuerpo tan pequeño. Debía de haber estado gritando durante todo el concierto de Courtney Love. A mí no me va mucho el rock ensordecedor; prefiero la música de ascensor. Pero se lo perdoné. Nunca someto a las mujeres a un tercer grado. Lo único que me importa es que me traten bien.

La miré con evidente interés. Ella se dio por aludida.

—¿Y tú, cómo estás? —me preguntó.

Yo medité la respuesta.

—Estoy bastante bien. Me daría a mi mismo un ocho.

Siempre me doy un ocho. A veces incluso un ocho y medio.

A partir de ese momento, hay dos maneras de proseguir una conversación. Puedes hacer preguntas como: ¿de dónde eres?; ¿sabes retorcer la lengua?, o ¿crees en la reencarnación? O puedes hacer afirmaciones: vivo en Ann Arbor, Michigan, donde hay conciertos de heladerías; o tuve una novia que sabía hacer un caniche doblando la lengua, o el gato de mi compañero de piso es la reencarnación de Richard Nixon. Yo ya había dedicado mucho tiempo a intentar conocer a las chicas utilizando todo tipo de preguntas: preguntas que no necesitaban respuesta, preguntas inteligentes, preguntas extrañas, preguntas de corazón con hermosos envoltorios.


 

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Nos empeñamos en cosas sin sentido.

A depender de alguien, en creer que lo grande y bonito es mejor, que lo pequeño y feo. En pensar que un ferrari, calmará nuestra impotencia, y nos hará más felices. ¿Sabes? Lo mejor no es eso. Lo mejor es levantarse, y tener a alguien al lado que te diga: "buenos días, ¿qué tal has dormido hoy? No has parado de dar vueltas." Lo mejor es ir por la calle, y cruzártela... y que te mire, y te sonría, y se te ponga esa cara de tonto. Lo mejor es recibir un mensaje que te alegre el día. Lo mejor es que te llame tu mejor amigo para salir hoy por la noche, y comeros la ciudad a trocitos. Lo mejor es tener a alguien que merezca la pena. ¿Las verdades? A la cara, aunque duelan; y mandar a tomar por culo las mentiras, con mentirosas incluidas. Lo mejor es dejarse llevar. El mundo, la vida, y acciones que hagamos en un momento determinado, pondrán a cada persona en su lugar, a cada nube en su cielo, a cada rey en su trono, a cada perdedor en su banquillo, a cada payaso en su circo, y a cada puta en su esquina.



Noches de desenfreno.

De pasión, de besos, y de rímeles corridos, pintalabios rojos en alguna que otra mejilla, vestidos con olor a tabaco y a JB, sábanas desparecidas, sábanas enredadas y pantalones en la parte mas inhóspita de la casa. Diviértete, disfruta de la vida y de tus labios, juega con el tiempo, encárgate de administrarlo para así en un futuro evitarte el decir: "¿por qué no me dediqué a ser una chica mala cuando parecía tan atractivo?" Ahí te doy la respuesta: Miedo, miedo a que te juzguen por ser una de "si te he besado no me acuerdo". Pues, ¿sabes qué te digo querida amiga? Que no te importe si ellos no saben disfrutar de su vida, grita orgullosa: "soy una chica mala y quiero pasarmelo bien".



martes, 13 de diciembre de 2011

Si algún día me creí el mejor fue porque ella lo dijo.

Tipas puestas hasta arriba, que se meten todo en su cuerpo frágil, ese de plástico y silicona: alcohol y drogas duras, cigarrillos y música heavy. Que son más viciosas que ninguna. Que juegan con fuego y no les importa quemarse. Que con sus caras de niña bonita podrían cambiar el mundo. Que con su cuerpo de escándalo podrían hacer contigo lo que quisiesen en una noche y hacer que no existieses a la mañana siguiente; dejarte tirado y robarte tu querido orgullo. Podrían dejarte sin aliento, podrían romperte el corazón y tú incluso darías las gracias.



La arena está sobrevalorada, en realidad, solo son piedras diminutas.

Supongo que todos buscamos a alguien que nos enseñe los trucos que nos permitirán triunfar en la vida: el código de honor de los caballeros o el comportamiento de los machos alfa. Pero una secuencia de movimientos y un código de comportamiento no pueden arreglar lo que está roto dentro de cada uno. Lo único que podemos hacer es aceptarlo.



lunes, 12 de diciembre de 2011

De actitudes está llena la vida.

Eso lo sabéis todos. No es nada nuevo. La juventud, la felicidad e incluso la suerte es una actitud. Y las actitudes son positivas, o eso creía yo, lleno de actitudes y sumido en el mismo problema de siempre. Lo que para unos sería una casualidad para mí es el pan de cada día. De eso no me quejo pero, ¿se puede tener tanta suerte y tan mala a la vez? No, en serio: ¿es posible? Me gustaría saber si soy el único. Tiene que haber gente como yo ¿no? De esas que siempre se quedan a las puertas. Sí, ya sabéis de lo que os hablo. De esos que siempre caen en el último escalón y ruedan y a volver a empezar de cero.



Marcos Pereira

Y si hay algo bueno para lo que sirva romper es que deja sitio al siguiente.

Y si no rompiéramos con nadie, seguiríamos con la misma gente de la guardería, ¿no? Pero así... pues puedes conocer a alguien mejor.



Mientras unos hablan, otros actúan.

Todos hablamos mucho cuando nos cuentan cosas parecidas que les ocurre a otras personas. No sé por qué, pero nunca pensamos que puede sucedernos a nosotros y, en cambio, el dia menos pensado.. ¡pam! Te toca a ti, como si te hubieras traído mala suerte tú solo. Tienes que arreglar cuentas con tu orgullo y tus ganas de seguir. Pero, ¡qué coñazo! Siempre he sido un negado en matematicas. Y ademas, en el amor no existen ecuaciones ni operaciones; no existe el contable de los sentimientos o el asesor financiero del amor. ¿Qué ocurre, que hay que pagar un impuesto para ser feliz? Si fuera verdad, lo pagaría con gusto.

 

 

 

domingo, 11 de diciembre de 2011

El pasado es una oportunidad para aprender, no para repetir.

¿Cuántas veces hemos deseado borrar un día, un instante, un momento, hasta un año de nuestras vidas o borrarlo todo y vaciar nuestra memoria? ¿Cuántas veces no deseamos volver a ser niños, vivir todo de nuevo, recuperar lo que se fue o dejar que el tiempo ponga las cosas en su lugar? Algunos simplemente no esperan nada del tiempo. Da lo mismo regresar o avanzar, simplemente renuncian a que el tiempo continúe su paso y se marchan con lágrimas y un largo adiós. Si deseáramos en algún momento perder completamente la memoria y plegarnos por ejemplo a la frase “comezar de nuevo”, ¿cuántas cosas nos perderíamos? Serían como aquellas cosas que se extravían accidentalmente en una mudanza y luego se echan de menos. Perderíamos el calor del primer beso y la sensación de aquel amanecer que fue perfecto y la nostalgia por amores pasados. Quedarían atrás los amigos que iban a ser eternos, las cartas que nos hicieron llorar, la primera o última vez que vimos a un gran amor, los brazos más cálidos, el día que pensamos que se iba a acabar el mundo, el dolor más bonito, la sonrisa más esperanzadora, el nacimiento del sentimiento más puro. ¿En realidad comenzaríamos una vida nueva o mataríamos otra llena de inolvidables recuerdos? Sería abandonar una vida y un presente que nos da infinitas oportunidades por soñar con un futuro perfecto, un pedazo de cielo donde no sabemos que nos espera.



La vida es como la espuma por eso hay que darse como el mar.

+Las tías son maquiavélicas.

-¿Tú crees?

+Lo tengo comprobado: cuando nosotros estamos con el principito, ellas ya están leyendo al príncipe. Esa es la diferencia.

-Tú dirás.



 

Un privilegio, nunca una obligación.

A veces la vida se presenta con un evento que nos hace cuestionarlo todo, que nos mueve el piso y nos cambia. Puede ocurrir cuando estamos solos, rodeados de gente o con el amor de tu vida. ¿No te pasa que a veces te miras al espejo y te das cuenta que eres un simple espejismo, una imagen falsa de lo que eres? ¿Alguna vez notaste a la persona que tienes al lado?. Piénsalo: ¿alguna vez la viste tal cual es? Realmente, digo. Tú sabes de lo que hablo. ¿Conoces bien a quién amas, a quién besas, con quién duermes? De verdad, ¿lo sabes?. Me interesaría saber por qué a veces tenemos que dejarnos sorprender. Aunque de eso se trata la vida, ¿no crees?


 

sábado, 10 de diciembre de 2011

Sin lo amargo, lo dulce no es tan dulce.

+Es como si ves a alguien por primera vez; alguien con quien te cruzas por la calle, y os miráis por unos segundos y surge una especie de atracción. Sentís que los dos compartís algo y en un instante el otro se ha esfumado y es demasiado tarde. Siempre recuerdas que estaba ahí y la dejaste escapar. Piensas: ¿Y si me hubiera parado? ¿Y si hubiera dicho algo? ¿Y si...? ¿Y si...?. Puede que ocurra pocas veces en la vida.

-O sólo una.

+O sólo una.



Todo lo que debes hacer es ponerte los cascos, echarte en el suelo y escuchar el CD de tu vida, pista tras pista. Ninguna se puede saltar, todas han pasado y de una forma u otra, servirán para ir adelante. No te arrepientas, no te juzgues. Sé quién eres, no hay nada mejor para el mundo. Pausa, rewind, play y aún hay más. Nunca detengas tu reproductor, sigue registrando sonidos para lograr explicar el caos que tienes dentro. Y si te sale una lágrima cuando las escuchas, no tengas miedo, es como la lágrima de un fan cuando escucha su canción preferida.



viernes, 9 de diciembre de 2011

Llámame cómo quieras, pero no dejes de llamarme.

+¿Quieres salir conmigo? 

-Ni hablar.

+¿Has oído lo que acabo de decir?

-Sí, pero ojalá nunca lo hubiera hecho.

+Entonces, ¿qué acabo de decir?

-¿Quieres salir conmigo?

+Por supuesto.



jueves, 8 de diciembre de 2011

Un día pasa.

Pasa que estás de pie en algún lado y te das cuenta de que no quieres ser ninguno de los que están a tu alrededor. Y de repente, ocurre. Algo se acciona. Y en ese momento, sabes que las cosas van a cambiar. O ya han cambiado.



Nos reímos.

Y seguimos riéndonos así. Hablando sin saber muy bien de qué ni por qué. Después decidimos colgar, prometiendo que nos llamaremos mañana. Es una promesa inútil: lo hubiéramos hecho de todos modos. Cuando pierdes tiempo al teléfono, cuando los minutos pasan sin que te des cuenta, cuando las palabras no tienen sentido, cuando piensas que si alguien te escuchara creería que estás loco, cuando ninguno de los dos tiene ganas de colgar, cuando después de que ha colgado compruebas que lo haya hecho de verdad, entonces estás perdido. O mejor dicho, estás enamorado, lo que, en realidad, es un poco de lo mismo...



Ellas son el problema.

-Eres una fábrica de pesimismo compulsivo que siempre ve el vaso medio vacío.

+No, te equivocas. Yo siempre veo el vaso medio lleno. Pero de veneno.



miércoles, 7 de diciembre de 2011

Si hay algo que he aprendido recientemente es la importancia de vivir el momento.

'Carpe diem' lo llamaban los romanos. La vida está llena de sorpresas y el luchar por evitar cosas que ocurrirían en un futuro resulta del todo imposible. Siempre, de una forma o de otra, tus actos terminan afectando de alguna manera a alguien. Daños colaterales, existen sí; pero ¿acaso serían iguales nuestras vidas sin ellos? No se puede tener todo controlado, crees que haces bien, que actúas acorde a tu moral y educación pero sin embargo, estas haciendo mucho daño a alguien sin darte cuenta. Así que la moraleja es: aprovecha cada momento como si fuera el último, vive cada segundo de tu vida. Y si alguna vez te desvías de tu camino, pide perdón a los que hayas ofendido, solo así podrás volver de nuevo a la carretera.



Cada vez tengo más deseos y menos esperanzas.

-¿Ha tenido alguna vez un día normal?

+Sí. Una vez. Un jueves.

 

Nunca te muestres impresionado eso baja tu precio de mercado.

Se trata de que tu valor suba. Cada cosa que haces te da puntos. Unas flores, uno. Una cena, dos. Un orgasmo, tres. Para que una mujer confíe en tí tienes que tener 26 puntos. Después, después puedes seguir viendo el fútbol.

 

 

 

Será por esto que estoy sensible, la vida es impredecible.

Y se dió cuenta de que la vida no era eso. La vida es caer y levantarse. Y volverse a caer, volver a levantarse. La vida es alegrarte los viernes y joderte los lunes; y besar a quien te bese y a quien no te bese, pues no le besas, y no pasa nada.

 

 


Paula Umpiérrez

martes, 6 de diciembre de 2011

Esperáis que estemos ahí siempre.

Que os echemos de menos cuando no estáis y que os recuerdemos lo mucho que os queremos. Que os llamemos siempre que podamos y que no tonteemos con otras. Queréis que hagamos estupideces por vosotras que antes no se os habían ocurrido. Que os regalemos flores en San Valentín y nos acordemos de aniversarios y cumpleaños. Que hablemos mucho pero no demasiado. Que seamos sociables y buenas personas. Que pillemos todas las indirectas que nos mandáis cuando os habéis enfadado y que os llamemos para pediros perdón. Queréis todo eso el 99'9% de las veces y la verdad es que solo un 5% de ellas ocurre. Nosotros no somos así. Al contrario que vosotras, no somos complicados. No vamos a llamaros si no nos decís antes que queréis que lo hagamos. Si estamos en una fiesta con chicas que nos hacen caso, no esperéis que nos acuerdemos de vosotras porque no lo haremos. Por supuesto no pillamos vuestras indirectas. Al contrario que vosotras, no entramos en vuestros perfiles de las redes sociales a todas horas para leer los comentarios, ver las últimas fotos, estados y tablones nuevos que habéis puesto. Si estáis interesadas en nosotros y hacéis como que no es así, luego no os enfadéis porque nos hayamos ido con otras. Lo que nosotros entendemos es lo que vosotras nos mostráis. No pretendáis que mostremos compromiso por un beso. Para nosotros no es siempre lo mismo que para vosotras. El que vosotras tengáis corazón no significa que nosotros no lo tengamos. Ni somos robots, ni somos elementos que podáis analizar. Somos hombres, imprevisibles al 100%. Si queremos sorprenderos, lo haremos. Simplemente tenéis que dejarnos hacerlo.  

 

 

 

Lucía Mosquera

Vive como si cada día fuera el último, nunca sabes que puede venir después.

Un día tras otro, un minuto después y el segundo siguiente. Una historia que termina con el principio de otra: el fin de un día perfecto y el principio de una pesadilla... En esta vida todo va unido; sé fuerte y aguanta cada ola que llega a tu vida. No hay otra manera

 

 


Bonita, simpática, amante de primera.

Ella no dice 'te quiero' como a una persona normal, en cambio, se ríe, mueve la cabeza, pone una pequeña sonrisa y dice 'eres imbécil'.

 

 


Siempre hay un momento que el camino se bifurca.

Cada uno toma su dirección pensando que, al final, los caminos se volverán a unir. Desde tu camino ves a la otra persona cada vez más pequeña. No pasa nada. Estamos hechos el uno para el otro. Al final estará ella. Pero al final sólo ocurre una cosa: llega el puto invierno.



lunes, 5 de diciembre de 2011

Nada y todo es posimposible.

+Cuando hablamos del éxito, el único límite es que no hay límites. Toda mi vida me he atrevido a ir más allá de lo posible.

-¿Hasta lo imposible?

+En realidad, más allá, hasta el lugar en el que lo posible y lo imposible se encuentran y pasan a ser: lo posimposible.



Antes que sentir dolor mejor no sentir nada.

+Hay personas que están destinadas a estar juntas pero por casualidades del destino, no es así. 

 

-Te equivocas: el amor está por encima de cualquier 'pero'. 

 

+¿De veras crees que es lo mismo decir ‘pero, te quiero’ que ‘te quiero, pero’?

 

 -Bueno, es jodido. 

 

+No, es jodidamente irónico...

 

 

   

Marcos Pereira

No sabría decirte qué.

Qué momento, qué lugar, qué mirada o qué palabra sirvieron de base. Hace ya demasiado tiempo. Lo que sí sé decirte es que para cuando me di cuenta ya estaba metido hasta el cuello.

 

 


Una segunda opinión siempre es buena.

-¿Aún bailas para conseguir besos? 

+¿Aún besas para conseguir bailes?
     


domingo, 4 de diciembre de 2011

6.470.818.671

En este momento hay seis mil cuatrocientos setenta millones, ochocientos dieciocho mil, seiscientos setenta y un habitantes en el mundo. Algunos huyen asustados. Otros vuelven a casa. Algunos cuentan mentiras para poder sobrevivir. Otros se enfrentan a la verdad. Algunos son hombres malos en guerra contra el bien. Y algunos son buenos, y luchan contra el mal. Seis mil millones de personas en el mundo. Seis mil millones de almas. Y a veces solo necesitas a una. 




sábado, 3 de diciembre de 2011

Monoítis.


A veces surge el deseo de algo más. Y, cuando las expectativas de una de las personas no coinciden con las de la otra, entonces, quien tenga mayores expectativas acaba sufriendo. Siempre hay un precio que pagar.



¿De pequeño hubieses querido ser tú?



7 años. Playa. Castillo. Arena. Deseas ser mayor de una vez para que te tengan en cuenta. Deseas parecerte a esos héroes que siempre tuviste: ser tan fuerte como el Capitán América, tan bueno como Guardiola o tan guapo como Johnny Bravo. Y hoy miras atrás y piensas: ¿de pequeño hubieses querido ser tú? Probablemente, el niño de la infancia que eras se llevaría una gran desilusión al ver que no eres el héroe con el que soñaba ser. Pero no hagas caso a un niño de 7 años. Eres un héroe. Mira por todo lo que has pasado, todo lo que has sufrido. Y todavía, todavía sigues en pie.




 


jueves, 1 de diciembre de 2011

π

-¿Te he hablado alguna vez de la teoría del gato y el cordel?

+No.

-¿Has visto alguna vez a un gato jugando con un cordel? Cuando el cordel se balancea encima de él, pero fuera de su alcance, el gato se vuelve loco, y salta y corre de un lado a otro intentando alcanzarlo. Pero, en cuanto lo consigue, el gato mira el cordel en el suelo y se aleja. El cordel le aburre. Ya no le interesa.

+¿Y qué tiene eso que ver con lo que acaba de pasar?

-Se apartó de ti. Y entonces tú volviste a acercarte a ella, como un cachorrillo.

+¿Y qué debería haber hecho?

-Deberías haberla castigado. Deberías haberte dado la vuelta. Así la habrías obligado a esforzarse por recuperar tu atención. Pero, en vez de eso, fue ella quien te castigó. Tendrías que haberte alejado. Tienes que comportarte como si tú fueses un trofeo.

Sonreí. Lo había entendido.

-Sí —dije—. Tengo que ser el cordel que se balancea fuera del alcance del gato.




Y sin tener idea de amar, jugaron a enamorarse.

Y ese momento de regreso. De regreso a casa. Ahí es cuando sientes que no te equivocaste, que hiciste las cosas bien hechas. Que no te arrepientes. Recobras sentimientos. Emociones. Los habías enterrado en lo más profundo de tu corazón, pero han salido a flote. Se trata de una burbuja de libertad, felicidad y plenitud. Sí, desde luego sigo confiando en mí. No me voy a equivocar. Sin embargo, sé que es sólo eso, una burbuja. Una burbuja que cuando llegue a la superficie, explotará. Y en ese preciso momento, no pasará a ser otra cosa más que aire. Es decir, nada.



Marcos Pereira

Antes de hablar, hay que estar seguro de lo que se dice, porque sino te puedes equivocar.

Y que las cosas, a veces, no son lo que parecen. Que ocultan misterios que no se ven a simple vista. Por ejemplo, un limón de helado parece un limón, pero por dentro tiene helado. Y con las personas pasa lo mismo. Que a veces parecen tontas, cuando en realidad son genios. O valientes, aunque tengan miedo. O parece que son buenas, cuando no lo son. Así que uno no se puede fiar por las apariencias. O eso es lo que dicen. Eso y que más vale prevenir que curar.




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